Me encanta escribir, aunque no me considero buena haciéndolo, es terapéutico para mí y vaciar mi mente en letras me resulta sanador.
Llevo cuatro años compartiendote cachitos de mi corazón a través de mis textos, sin embargo, me conoces poco, o eso quiero creer, porque ni siquiera yo creo conocerme lo suficiente.
Mi mente ha estado en un colapso continuamente, y no he podido terminar un texto que me parezca lo suficientemente bueno para que hoy tu lo leas. Así que si estás leyendo esto, supongo me di por vencida y opte por subir lo que escribí en mi diario sin el afán de hacerlo público.
Te quiero contar que me encanta escribir sobre las personas, lo que me hacen sentir y como percibo su existencia. Si logras atar cada uno de mis últimos textos, te darás cuenta que en cada uno hay una pista de esta historia, que aunque todo lo que hay en sus líneas es cierto, nunca revelo nombres, pues sería más evidente aún y perderían magia. Mor, creo que me he enamorado, de alguien que ni siquiera visualizo cerca de mí, parecemos tan lejanos y algunas veces en el intento de buscarnos creo que solo huimos uno del otro, me gustan sus manos, su sonrisa y su voz me fascina.
Hemos estado en un bombardeo de poesía que pierde sentido al razonar que mientras nos escribimos todo eso, no conversamos ni nos interesamos por descubrirnos.
Escucharle hablar sobre mí, me es suficiente.
Comentarios