Me preguntas si prefiero café o té...
Prefiero café, como el de tus ojos.
Me gusta creer que me miraban incluso antes de que toda esta historia comenzara. A veces, cuando siento que me miran, imagino que eres tú observandome a lo lejos, pensando en que se sentiría estar junto a mí.
Escucharte hablar se ha vuelto una de mis actividades favoritas, más aún cuando hablas de linda.
Yo nunca he sido de enamorar con el tiempo, a mi me bastan los instantes, como una flor amarilla que de sorpresa llegó a casa junto con la nota "NO SOMOS INADECUADOS" o un texto que leído frente a no se cuántas personas, se convirtió en un recordatorio de que aún estas aquí.
Debo confesar que se vuelve aterrador sentir todo esto, huir de ello, cada vez es menos una opción, lo cual me hace creer que cada instante ha valido la pena, la risa, la incertidumbre y la libertad.
Entre esa enorme escala de grises coincidimos en algún punto, lo que me mantiene en la creencia que
Esto no es un imposible, sino una oportunidad más para sonreírnos, escribirnos, descubrirnos, solo nosotros.
𝐋𝐢𝐧𝐝𝐚
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